PRUEBAS Y PERFILES DE COLOR O ¿POR QUÉ MI IMPRESIÓN SE VE OPACA?
PARTE 1

Cuando era estudiante de 4to semestre de la carrera de publicidad, me topé por primera vez con esta frustración en el mundo real; yo había tenido mi primer campaña profesional al aire y sin embargo al ver mis diseños impresos me impactó lo diferentes que eran los colores del monitor contra las versiones impresas, que se veían opacas, sin brillo y obscuras…

Recuerdo haber expuesto este sentimiento en clases, recibiendo un simple: “pide una prueba de color para la próxima vez”… Pero ni siquiera en la primer agencia de publicidad en la que trabajé, conocía a ciencia cierta ¿Qué pasaba?...

Fue hasta que tomé un curso de pre-prensa que entendí realmente lo que había estado pasando y es que ni siquiera algunos diseñadores lo tienen claro hasta que comienzan a trabajar de la mano con las imprentas.

Comenzaré por explicar de manera simple los conceptos más básicos detrás de esta terrible experiencia sobre como manejar los perfiles de color para impresión.

Mezcla aditiva y mezcla sustractiva

Colores aditivos & colores sustractivos

Una fotografía en color está compuesta por miles de colores diferentes. Sin embargo cuando se imprime una fotografía es imposible usar miles de tintas, ni tampoco se puede presentar una imagen en un monitor utilizando miles de fuentes luminosas. En lugar de ello, debemos encontrar una aproximación a esos miles de colores, mezclando los tres colores primarios. En impresión estos colores son: cyan, magenta y amarillo. En pantalla los tres colores primarios son: rojo, verde y azul.  A esta diferencia se le conoce como:

MEZCLA ADITIVA DE COLOR y MEZCLA SUSTRACTIVA DE COLOR

La mezcla aditiva de los colores se utiliza en los monitores de las computadoras, la tv y en los proyectores de video. La pantalla de un monitor está compuesta por un cierto número de píxels, y cada píxel contiene tres pequeñas fuentes luminosas: una roja, una verde y otra azul. La mezcla de los colores de estas tres fuentes luminosas le dan al píxel su color específico.

La mezcla aditiva se explica como la combinación de determinadas cantidades de luz roja, verde y azul (RGB), con objeto de crear nuevos colores.

Cuando se superponen los tres colores primarios luz el resultado es blanco.

Si se mezclan las tres fuentes de luz en su máxima intensidad, el ojo humano percibirá el color blanco como resultado. La mezcla de los mismos tres colores primarios con menor intensidad se percibirá como un gris neutro. Si se apagan las tres fuentes se logra el negro.

Si sólo una de las tres fuentes de luz está apagada y las otras dos emiten con su intensidad máxima, se obtendrán los siguientes resultados: rojo + verde = amarillo; azul + verde = cyan; rojo + azul = magenta.

La mezcla sustractiva usada en impresión, la mayoría de los colores visibles se pueden reproducir mezclando los colores primarios en diferentes proporciones. Actualmente, se hacen mezclando puntos de diferentes tamaños de medios tonos de los colores primarios.

En impresión se crean los colores mezclando tintas de los tres colores primarios, cyan, magenta y amarillo (CMY). Este método es conocido como “mezcla sustractiva del color”, debido a que las tintas filtran la luz blanca que incide sobre la superficie, sustrayendo o absorbiendo todos los colores del espectro excepto el tono mezclado que se desea reflejar. Es decir, que una parte del espectro de colores de la luz que incide sobre la superficie es sustraída o absorbida.

Una superficie no impresa refleja su propio color -blanco, si el soporte de impresión es un papel blanco, por ejemplo-. En teoría, mezclando cantidades iguales de cyan, magenta y amarillo se debería obtener el color negro - las tintas absorberían todas las ondas visibles del espectro-. Pero, lamentablemente, las tintas de impresión no son capaces de absorber completamente la luz visible. La impresión de estas tres tintas superponiendo cantidades iguales de cada una de ellas no da como resultado el color negro, sino más bien un gris marrón oscuro. Por tal motivo, se ha agregado una cuarta tinta -negra (K)- para ser también utilizada en impresión. Creando el perfil de color: (CMYK).

En impresión offset se utilizan solamente 4 colores para recrear toda la gama colorimétrica a partir de distintas combinaciones a diferentes niveles, a esto se le llama dpi (dots per inch) o puntos por pulgada.

 Entonces ¿qué es lo que sucede con las impresiones y por qué cambian del monitor a la imprenta?

Cuando utilizamos un medio basado en la proyección de luz (monitor, tv, proyector) utilizamos de forma nativa la mezcla aditiva de color para “interpretar” los colores de la imagen, sin embargo al querer “traducir” estos colores en un material impreso necesitamos generar un archivo que “interprete” los colores en con la mezcla sustractiva de color y que además se apoye con la “tinta negra” para lograr el rango y brillo que esperamos. Es por ello que es necesario convertir nuestra imagen de un perfil (RGB) a un perfil (CMYK).

La diferencia entre lo que ves en pantalla y lo que ves impreso es notable pues provienen de diferentes fuentes de luz y el ojo lo interpreta en tonos distintos.

Este es el primer paso para lograr una imagen más cercana a lo que veíamos en el monitor, sin embargo, las imprentas y sus máquinas sufren cambios y son calibradas constantemente, es por ello que se solicita una prueba de color, que nos permite decirle a la imprenta con un material físico, si necesitamos que aumenten la saturación de las tintas o que revisen si un color no es el que esperábamos.

Una vez que tenemos una prueba de color autorizada, podemos estar tranquilos ya que cualquier variante de color o gama, es considerada un error y la imprenta debe de reemplazarla, así, tu marca siempre se verá como debe de verse.

En al siguiente entrega les platicaremos un poco más a fondo sobre las pruebas de color.