Seamos claros, a veces desde mi postura de publicista he tenido que explicarle a clientes que están en franco desarrollo de su marca la importancia de tener un buen logotipo y una imagen corporativa hecha por profesionales.
Las primeras veces me sentía muy frustrado ya que les cuesta trabajo entender lo profundo de estos temas, no quieren invertir en los materiales o sienten que es un gasto contratar a los proveedores adecuados, sin embargo, nada está más lejos de la realidad y les comparto mi punto de vista:
–Sobre este tema hay mucho que explicar ya que hay imagotipos, logos, logotipos, íconos, mascotas y mil variables, pero eso es tema de otro post-
Crear un logotipo (como yo lo explico) es como si pudieras elegir tu rostro, tu estructura facial, color de piel, color de ojos, grosor de labios, etc.
Si tu objetivo es pasar desapercibido para el mundo… pues escogerías las características más comunes, digamos todo promedio para el lugar en el que vives…
¿Ya vieron por qué hago esta analogía? ¿No? Bueno, vayamos a fondo…
Eso es el clásico ejemplo de:
“Agarro mi Power point, busco en las 30 tipografías que tiene cargadas mi computadora, busco un ícono en una librería de internet y ahora mágicamente los junto y ya tengo un logotipo para mi negocio”
Un logo debe diferenciar su marca, hacerla inconfundible, única, debe de ser imposible de reproducir sin los lineamientos adecuados, hay casos extremos en los que la marca incluso registra un color para que nadie más pueda usarlo…
Entonces, si el logo es “la cara” ¿Qué es la imagen corporativa?
Bueno, la imagen corporativa compuesta por las hojas con membrete, folders, tarjetas de presentación y demás aplicaciones, serían como el cuerpo y la manera en la que se “viste” tu marca… y seamos honestos… en los negocios las ventas son como las relaciones de pareja, “el amor entra por los ojos y se mantiene por los hechos…”
Así que, si tienes un logo increíble pero una tarjeta de baja calidad, se verá como un indigente muy sexy… pero no le confiarías tu auto deportivo ¿verdad?
O si tienes una tarjeta muy bien lograda pero un diseño pobre, pues es “el clásico amigo al que dejarán en la Friend Zone…”
Tal vez suene exagerado, pero siempre me gusta utilizar esta secuencia de la película American Psyco como referencia con mis clientes, en esta secuencia, un grupo de “hombres de negocios” se presumen sus atuendos y estilos de vida en una descarada pero clásica escena de medición de egos, sin embargo culmina de manera magistral con un close up al personaje de Chistian Bale (Patrick Bateman) al darse cuenta que la tarjeta de presentación de su rival es “mejor que la suya” con una voz en off que dice:
“- Mira ese sutil cambio de color, el delicioso grosor de la tarjeta, oh Dios mío… incluso tiene una marca de agua…”