Esta ocasión haremos memoria y recordemos a grandes diseñadores que algunos años atrás embellecieron a México con su talento. Aún siento un nudo en la garganta por lo ocurrido en los últimos días en nuestra hermosa nación, es por eso que quise hacer memoria de los que ya nos dejaron, pero su arte aún nos acompaña.
Gabriel Fernández Ledesma pintor, grabador, escritor y promotor cultural. Su historia es cautivadora ya que nos recuerda que el pueblo apoya al pueblo. El junto con Francisco Díaz de León, empezaron a realizar sus ilustraciones con los trabajadores del ferrocarril y fueron los primeros en reconocer el talento de estos entusiastas jóvenes, y al poco tiempo los dos amigos presentarían su primera exposición en un salón de los mismos ferrocarrileros.
El carácter jovial, interesante conversación y sencillez, le permitió establecer amistad con un grupo de artistas, realizó los lambrines de cerámica para la decoración del ex convento de San Pedro y San Pablo. Colaboró en la decoración del pabellón de México en Brasil. Tuvo el cargo de Director artístico del pabellón de cerámica de la facultad de Ciencias Químicas. Creó, dirigió y editó en 1928 la revista de arte plásticas Forma, publicación que traspasó nuestras fronteras, y en la cual se mostraron obras de David Alfaro Siqueiros, de José Clemente Orozco y Rufino Tamayo, entre otros.
Ledesma llegó lejos con su talento, a lo largo de su vida, fomentó la escultura en talla directa, hasta lograr la creación de la Escuela Libre de Escultura, Talla y Diseño. Su vocación docente lo llevó a crear varias escuelas y talleres de dibujo, pintura y teatro, por medio de los cuales trataba de llevar estas expresiones artísticas a todo el pueblo.
Con lápiz, pasteles, carboncillo y hojas, así empieza la historia de Fernández Ledesma, un gran artista mexicano. El diseñador contemporáneo tiene la ventaja de las herramientas digitales para poder plasmar su arte. Pero siempre recordaremos a aquellos que nos dieron las bases y fundamentos del diseño.