¿Quién dice que un niño todavía no sabe lo que quiere?, muy equivocada esta concepción ya que no sólo lo vimos con nuestro artista mexicano del número pasado Fernández Ledesma, sino que nuevamente se repite la historia del niño que desde temprana edad empieza a jugar con líneas, colores, formas y texturas. En esta ocasión te hablaré de José Miguel Covarrubias, "El chamaco Covarrubias"
Conocido así porque desde muy muy joven ya estaba publicando algunas de sus primeras creaciones y participando en movimientos de arte, específicamente en el Movimiento Pro-Arte Mexicano. Ilustró el manual de dibujo de la SEP en 1923 entre otras cosas ya desde los tempranos 14 años.
Cumplió el sueños de muchos viajar a Nueva York y trabajar en una revista, se vuelve un éxito siendo el caricaturista oficial de Vanity Fair, también trabajó para Fortune y la Enciclopedia Británica lo incluyó en una lista de “Las Maravillas del Lápiz”. Covarrubias era como el ejemplo del don innato ya que abandonó la preparatoria para dedicarse a lo que le apasionaba.
También hizo grandes aportaciones a México, ya que el folklore y la tradición predominaba mucho en sus trazos. Varias colecciones arqueológicas, de México y del extranjero, se organizaron siguiendo los sabios consejos de Covarrubias. La danza mexicana conoció una época dorada cuando él asumió la jefatura del Departamento de Danza del INBA, donde hizo sus aportaciones estimulando a los bailarines y coreógrafos que entonces daban sus primeros pasos en los escenarios, surgiendo ideas coreográficas y diseñando escenografías y vestuarios.
Para concluir, me quedo pensando que las caricaturas de Covarrubias al compararlas con lo que se hace en actualidad en la ilustración con vectores, es que son hasta cierto punto similares; sobre todo en el extranjero que se usa un estilo parecido al de "el chamaco" y más aún donde hace uso del color.
